En los últimos 5 años, los científicos han observado en múltiples ensayos clínicos (relacionados con la epilepsia) que la actividad eléctrica del cerebro que tiene que ver con la recuperación de recuerdos y aprender a memorizar podría asociarse con ondas cerebrales específicas de tipo gamma.
Los análisis revelaron la existencia de un mismo patrón gamma con una actividad oscilatoria en tres regiones del cerebro: hipocampo, corteza prefrontal y lóbulo temporal en dos momentos distintos: el de memorizar y el momento posterior a esta acción, el de proporcionar a nuestra memoria un recuerdo determinado. Gracias a esta correlacción, esta actividad reflejaba que las palabras del estudio habían sido memorizadas correctamente.
Estas señales eléctricas de recuperación de los recuerdos tienen su origen en el hipocampo para después expandirse por la corteza cerebral.
En cambio, si una persona tiene falsos recuerdos, éstos provocan un patrón distinto de oscilaciones gamma, que son posiblemente el reflejo de la recuperación de una información contextual asociada a las experiencias pasadas.
O sea, existen patrones distintos de ondas gamma según la información sea verídica o no (falsos recuerdos), aunque nuestra conciencia lo perciba como una información verdadera.
Es muy importantes subrayar que las técnicas para trazar un «mapa» de las redes cognitivas del cerebro son cada vez más importantes ya que pueden ayudarnos a descubrir el tratamiento adecuado para algunas enfermedades neurológicas, donde se incluye la depresión, la esquizofrenia, desórdenes afectivos y daños cerebrales debidos a traumatismos.
¿Cómo trabajan las ondas gamma?
Las ondas gamma trabajan en un rango de frecuencia que oscila entre 40 Hz y los 70 Hz (algunos autores sugieren de 32 Hz a 100 Hz).
Son ondas con menor amplitud respecto a las demás cuando se muestran en el EEG (Electroencefalograma) y han sido consideradas durante mucho tiempo como las ondas que retienen la información del cerebro y de los sentidos. Se producen en estados de vigilia, o sea, en estado consciente.
Por este motivo, una persona con altos niveles de ondas gamma suele estar asociada a altos niveles de inteligencia, auto-control, compasión y un sentimiento de felicidad generalizado.
Las ondas gamma cerebrales tienen una fuerte vinculación con la memoria y una mayor percepción de la realidad.
Por eso, hay personas que carecen de ondas cerebrales gamma o sus niveles son mínimos, y por ello tienden a experimentar dificultades en el aprendizaje y el desarrollo mental.
Es indiscutible entonces la correlación con altos niveles de ondas gamma y una mayor capacidad para hacer funcionar el cerebro.
Las personas que potencian sus ondas cerebrales gamma experimentan mejoras en la memoria y en la capacidad para recordar experiencias pasadas o experiencias vividas no recordadas. Una frecuencia en el rango de ondas gamma a 40 Hz es la encargada de regular el procesamiento de la memoria en el cerebro. Esto es muy útil cuando la persona tiene dificultad para recordar información como pueden ser fechas, nombres, eventos, lugares, etc…
Conocer la Realidad aumentada mediante el uso de ondas cerebrales gamma
Las ondas gamma tiene la capacidad de aumentar la percepción de la realidad a través de los 5 sentidos. Algunas propiedades que se atribuyen a estas ondas son:
- Aumento del olfato: detección de olores más elevada
- Aumento de la agudeza visual
- Aumento del sentido del oído (agudeza sonora)
- Aumento de la percepción del sabor.
- Acción antidepresiva
- Ayuda a obtener un máximo rendimiento físico
- Estados meditativos avanzados
- Ayudan al recuerdo y a obtener memoria residual
Estas ondas cerebrales gamma tienen la capacidad de combinar o crear una correcta sinergia entre los sentidos y la memoria haciendo de esto una experiencia inolvidable.
Nuestro cerebro, en estado gamma, va a permitirnos estar muy centrados obteniendo la experiencia sensorial más rica posible a través del mundo externo que percibimos.